Identidad Vallenata

Aquí tomaremos como punto de partida la historia que se desarrolla a partir de la independencia y después de ella ya que marca el inicio de lo que actualmente se conoce como Colombia. Esta historia siempre se ha dividido en dos polos, tanto políticos como ideológicos; uno se denominó conservador y el otro liberal. Si bien estos dos grupos han cambiado en la historia tanto de nombre como de postulados, su esencia se ha mantenido y como resultado la nación se ha encontrado radicalizada siempre en posiciones diametralmente opuestas que sólo han desembocado en constantes conflictos.

 

Aunque, es cierto que el país se ha debatido en dos posiciones opuestas, la población civil solo ha participado como actor secundario, no ha tenido ni voz ni voto en las decisiones sobre el destino del país, y muchas veces su postura ha dependido en gran medida de los daños colaterales hechos por algún grupo armado o por la conveniencia tanto social o económica que pueda obtener de dicha relación. Uno de los ejemplos más llamativos es la unión entre indígenas y conservadores en los años de 1851 y 1854, para la protección y adquisición de tierras por parte de grupos indígenas en el Cauca.

 

Es así que partiendo de esta dicotomía elemental que marca la vida republicana del país, se debe reinterpretar la relación entre estos dos grupos ideológicos con la población para detectar los diferentes actores que interactúan, los cuales van más allá del “mestizaje democrático” (Kirschner, 2012), sus intereses y su relación con un grupo histórico determinado independientemente de su apego total a lo ideológico.